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FDA emite nueva guía para las declaraciones de alérgenos

Aproximadamente 85 millones de estadounidenses evitan comprar alimentos que contengan algún alérgeno. Las investigaciones llevadas a cabo por FARE (Food Allergy Research and Education) junto con la Universidad Northwestern indican que más de 32 millones de estas personas padecen una alergia alimentaria relacionada con uno de los nueve alérgenos principales, que abarcan el cacahuete, los frutos secos, el pescado, el marisco, la leche, el huevo, el trigo, la soja y el sésamo.


En mayo del año 2023, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) hizo pública la versión preliminar de una guía de políticas de cumplimiento que aborda el etiquetado de alérgenos alimentarios y la prevención de la contaminación cruzada. En Estados Unidos se está haciendo mucho hincapié en mejorar la seguridad relacionada con los alérgenos. Cuando se finalice este proyecto de directrices, se ejecutará junto con una política de aplicación centrada en alérgenos. No se puede subestimar la urgencia de mejorar las declaraciones de los alérgenos para los consumidores, sobre todo teniendo en cuenta que el número de personas que sufren alergias alimentarias aumenta cada año. Las posibles consecuencias de una reacción alérgica son graves, e incluso pueden poner en peligro la vida.


La fiabilidad de las declaraciones sobre alérgenos en los productos alimenticios es fundamental. Los consumidores no deben tener que adivinar o especular si los productos etiquetados como "puede contener" alérgenos o los que hacen afirmaciones ambiguas como "sin lácteos" son realmente seguros para el consumo.


La demanda de transparencia y de un etiquetado claro va en aumento, junto con la necesidad de que las empresas validen las declaraciones que hacen sobre la ausencia de alérgenos en sus productos. Con una variedad cada vez mayor de alimentos aptos para alérgicos que entran en el mercado, corresponde a los fabricantes de alimentos distinguir sus productos proporcionando información aún más explícita sobre los alérgenos.


Una certificación de terceros que indique que un producto está "libre de" alérgenos garantiza a los consumidores que la marca o el establecimiento da prioridad a su seguridad. Asegura que el producto o servicio ha sido certificado como libre de alérgenos, a diferencia de afirmaciones vagas que a menudo carecen de verificación. La credibilidad de este tipo de certificación influye significativamente en las decisiones de compra de los consumidores.


Los programas de certificación existentes pretenden corroborar las declaraciones de ausencia de alérgenos mediante rigurosos procesos de verificación y validación por terceros. Estos programas desempeñan dos funciones críticas para los fabricantes de alimentos y los proveedores de servicios: intensificar la atención a los programas de gestión de alérgenos en las instalaciones, y sustituir las declaraciones poco seguras por marcas certificadas para alguno o todos los alérgenos principales en EE. UU. Es necesario un proceso de auditoría mejorado que se centre exclusivamente en la gestión de alérgenos para verificar realmente que las instalaciones y los productos están libres de alérgenos, en lugar de basarse únicamente en declaraciones no verificadas.


Estos innovadores programas de certificación tienen implicaciones tanto para las marcas como para los consumidores. Las marcas pueden garantizar con confianza sus declaraciones, reduciendo así o potencialmente eliminando los incidentes relacionados a los alergénos. Esto genera transparencia y confianza en el consumidor y, en última instancia, refuerza las ventas y la confianza de los clientes.


¿Te interesa saber más acerca de esta noticia?, accede a la nota completa mediante el siguiente enlace:

https://www.dairyfoods.com/articles/96603-dropping-allergen-soft-claims-for-accredited-certification



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